Una nueva Rihanna más madura y fuerte, que ha aprendido de las malas experiencias del pasado, presentará en directo, por primera vez en España, su cuarto y último álbum "Rated R" en el que ha logrado un estilo propio marcado por sonidos más urbanos y agresivos.
La cita será en el macrofestival Rock in Rio-Madrid el próximo 5 de junio, concierto que la cantante está esperando "con emoción" porque, según confesó en un encuentro con medios españoles en Londres, donde se encuentra de promoción, "es un festival donde la gente va a divertirse y disfrutar".
La cantante se mostró contenta de compartir cartel con importantes artistas, entre los que destacó a la colombiana Shakira, de quien se declaró fan, por lo que se quedará en Madrid para poder ver su concierto en el Rock in Rio.
En su último trabajo, la cantante, alejada de la imagen dulce de sus inicios, pone mucha más piel que en los anteriores y se estrena como letrista, experiencia que le ha servido de catarsis para redimirse de los traumas del último año, cuando el mundo entero pudo ver su cara amoratada tras haber sido golpeada por su pareja, el también cantante Chris Brown. "Sentía que tenía muchas cosas que contar y la música se ha convertido en mi vía de escape, en la forma que tengo de expresarme creativa y emocionalmente", asevera Rihanna.
La contrapartida de esto es que, tal y como afirma la cantante, "te vuelves más vulnerable porque todo el mundo conoce tus sentimientos y tiene acceso a cosas íntimas que a lo mejor de otra manera uno no se atrevería a contar". "Russian Roulette", primer sencillo del disco, es el mejor ejemplo de la valentía y madurez de la artista a la hora de superar el maltrato, tema en el que canta: "estoy aterrorizada, pero no me voy, sé que necesito pasar esta prueba, por eso aprieto el gatillo".
El cambio que Rihanna atestigua en "Rated R" no es evidente sólo en las letras más íntimas y profundas, sino también en una imagen mucho más sexy y explosiva y en el sonido. Sin dejar atrás el estilo r&b que la caracteriza, Rihanna explora nuevos géneros como el rock, el hip-hop o la electrónica y los fusiona para crear un sonido ecléctico y provocador que además lleva el sello inconfundible de la cantante.
Según argumenta, también le gusta incorporar influencias de los artistas que escucha y los que escucha en esta nueva etapa de su vida son los grupos de rock Kings of Lion o Paramore y el rapero Jay-Z, nuevos gustos musicales que definitivamente han quedado reflejados en el disco.
Precisamente el rapero y productor musical Jay-Z, también conocido por ser el marido de Beyoncé, ha sido el responsable de "hacer realidad el sueño" de Rihanna -según sus palabras-, ya que fue él quien la fichó para su sello Def Jam Records cuando la cantante sólo tenía 17 años. "Llevamos trabajando juntos desde entonces y él se ha convertido no sólo en un amigo, sino en mi mentor y hermano mayor", señala. La sombra de Jay-Z en la carrera musical de Rihanna se alarga mucho más que en el plano de la producción.
Jay-Z colaboró con Rihanna en 2007 con el sencillo "Umbrella", la canción que batió récords de ventas en la plataforma i-Tunes la primera semana de su lanzamiento, alcanzó el número uno en más de 25 países e hizo a la artista mundialmente famosa.
El éxito de este tema, incluido en el tercer disco de Rihanna "Good girl gone bad" (2007), les brindó el premio Grammy a la mejor colaboración rap del año, categoría en la que han repetido este año, acompañados del también rapero Kanye West, por la canción "Run this town", que aparece en "Rated R".
La lista de colaboraciones en la trayectoria de Rihanna es larga e incluyen artistas como Sean Paul, Justin Timberlake, Maroon 5, David Bisbal, Ne-Yo, Will-I-Am o Young Jezzy, nómina que a la cantante le gustaría engrosar con nombres como Fergie, Depeche Mode o Lady Gaga. En "Rated R" incluso Slash, el ex guitarrista de la legendaria banda de rock de los ochenta Guns and Roses, deja su huella en la canción "Rockstar 101"
Fuente: lavanguardia.es
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